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4.1.- VISIGODOS (I): Contexto general.

 4.1.1.- Breve resumen del origen del pueblo Visigodo:

 

Vamos a intentar conocer un poco más sobre el pueblo visigodo ya que se trata de “ese gran desconocido” incluso para los apasionados de la historia como yo. En los planes de estudio, más allá de tenernos que aprender algunos reyes, se pasa de largo incomprensiblemente por este periodo de la historia.

 

Los visigodos fueron una rama de los pueblos godos, que a su vez pertenecen a los pueblos germánicos orientales. Surgieron de grupos góticos anteriores (posiblemente de los tervingios)​ que ya habían invadido el imperio romano a partir de 376 y derrotado a los romanos en la batalla de Adrianópolis en el año 378.

 

Recorrido de las campañas visigodas en tiempos de Alarico I.

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Pueblo_visigodo

 

 

Bajo el mando de Alarico I invadieron la península itálica y saquearon Roma en el año 410. En 415, en virtud de un pacto (foedus) celebrado entre el emperador romano Honorio y el rey visigodo Walia, los visigodos se asentaron en la provincia romana de Aquitania Secunda (Aquitania II), en el sur de las Galias. Por este acuerdo, los visigodos recibieron tierras donde establecerse, a cambio de la obligación de defender el Imperio frente a los enemigos —las bagaudae y otros pueblos germánicos—. Así, los monarcas visigodos ejercieron las funciones que hasta aquella época habían correspondido a los funcionarios del emperador, administrando la provincia y asumiendo las tareas que de ello se derivaban. Esta situación se mantuvo hasta la caída del Imperio romano en 476.

 

A partir de la creación de este regnum en suelo imperial, con capital en Tolosa, poco tardaron los visigodos en extender su autoridad a Hispania aprovechando el vacío de poder que estaba dejando la descomposición del Imperio romano de Occidente.

 

Desde las primeras incursiones modestas en la península, alIá por el 416, hasta la dominación total, a finales del siglo VII, los visigodos compartieron este territorio con los pueblos germánicos de los alanos, los vándalos y los suevos, con los autóctonos vascones, cántabros y astures e incluso con los bizantinos. Fuera de la península, más concretamente en la Galia, sufrieron el acoso de los francos, sus principales enemigos. 

 



4.1.2.- Cronología de los principales hitos de los reinos Visigodos de Tolosa y Toledo.

 

Invasiones germánicas en la península ibérica (409-429)

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Invasiones_germánicas_en_la_pen%C3%ADnsula_ibérica

 

 

A principios del siglo V, aprovechando la decadencia del imperio romano de occidente, varías tribus germánicas pasan a ocupar amplias zonas de Hispania. Estas chocaron rápidamente con las políticas expansionistas del recién creado Reino de Tolosa. Los visigodos entre 416 y 476 expulsaron a los alanos y los vándalos, los cuales se trasladaron a África, donde crearon un estado poderoso con centro en Cartago. Estos pueblos germánicas eran, ante todo, de naturaleza guerrera y no poseían ningún sistema organizativo. Los más combativos formaban la nobleza militar, poseían tierras y formaban parte de las asambleas donde se elegían a los reyes. Su economía se basaba exclusivamente en la ganadería y agricultura.

 

En ese mismo periodo también confinaron a los suevos en Gallaecia (Galicia), donde aún resistieron un tiempo creando su propio reino con capital en Braga, y no fueron derrotados hasta 585 por el rey visigodo Leovigildo. Los suevos fueron los únicos que consiguieron una mayor estabilidad y se organizaron políticamente.

 

La monarquía visigoda pasa a ser hereditaria desde mitad de este siglo V, en tiempos de Teodorico I.

 

En el 472 había una única provincia dentro de Hispania, la Tarraconensis, bajo control del imperio romano de occidente. Esta anomalía culminó ese año con la invasión del conde Gauterico a las órdenes del rey Eurico, hijo de Teodorico I. El territorio fue tomado con gran facilidad y sin resistencia ya que desde el 454 los habitantes de estas tierras vieron a los visigodos como la fuerza capaz de suplir la inoperancia del ejército y el estado romanos.

 

El Imperio romano de occidente desapareció en 476, y los visigodos alcanzaron su independencia. La falta de emperador convertía al rey godo, por derecho de conquista, en heredero de las grandes propiedades imperiales y de las tierras del Estado romano. Pudo proceder a su reparto entre los altos funcionarios civiles y militares y éstos, a su vez, entre la población dependiente que los acompañaba, una distribución que contribuyó a perpetuar la jerarquía social goda y evitó el enfrentamiento con los hispanorromanos.

 

Eurico (472-484) se apoderó de diversos territorios en Hispania, salvo la Gallaecia y las tribus vasconas al oeste de los Pirineos. En las Galias combatió a los francos y sajones.

 

Máxima extensión del reino de Tolosa bajo reinado de Eurico (476)

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Reino_visigodo_de_Tolosa

 

 

Los francos supusieron una gran amenaza en la Galia para los visígodos entre 481 y 511. Así es como en el año 507, los visigodos de Tolosa fueron derrotados por los francos del rey Clodoveo I en la batalla de Vouillé. Alarico II, rey visigodo, murió en combate. La muerte del rey dictó la desbandada de los visigodos, que acabaron masacrados por los francos. A partir de esta fecha el reino visigodo se limitó a Hispania, con un solo territorio ubicado más allá de los Pirineos: la Septimania. El reino de Tolosa ya ha desaparecido, por lo cual los visigodos en masa se desplazaron hacia Hispania, expulsados de la Galia por los francos. Este hecho condicionó el establecimiento definitivo de los Pirineos como frontera entre la Galia y la Hispania visigoda.

 

El reino hispano-visigodo adoptó Toledo como su capital pero para ello tuvieron que pasar 42 años, el conocido como Intermedio ostrogodo (507-549): período histórico del reino visigodo en el que se produjo una regencia directa de los ostrogodos tras la muerte de Alarico II. Estos años suponen un puente entre el reino visigodo de Tolosa y el reino visigodo de Toledo y se caracterizaron por el domino hegemónico del rey ostrogodo Teodorico el Grande —en una primera etapa— y el desplazamiento del centro geopolítico del reino visigodo hacia el interior de la península ibérica. Hacia Toledo.

 

En el 552, el emperador del Bizancio (imperio romano de oriente), toma las antiguas provincias romanas Cartaginense y Bética favorecido por la debilidad política y económica de los visigodos en ellas. Ambas estaban dominadas mayoritariamente por terratenientes hispanorromanos hostiles a la dominación visigoda, y con una población fuertemente romanizada, siendo la ciudad de Corduba (Córdoba) un importante bastión de rebeldía. Así se crea la provincia bizantina de Spaniae.

 

Regnum Visigothorum hacia 560.

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Provincia_de_Spania

 

 

Los visigodos llegados a la península, romanizados y cristianizados, pero en la confesión arriana, culturalmente inferiores a las capas cultas de hispanorromanos, van, en un primer momento, a intentar imponer por la fuerza su credo. Ello originó tensiones, disputas e incluso alguna que otra notable rebelión. Todo ello concluyó en el 589 con el III Concilio de Toledo y adopción oficial y general del credo católico por la Monarquía, bajo reinado de Recaredo. Es decir, desde este momento los reyes visigodos ya han abrazado definitivamente el catolicismo. Comienza una integración cultural e ideológica más eficaz y profunda entre las aristocracias respectivas, visigoda e hispanorromana (especialmente, los obispos, verdaderos mentores morales de las comunidades hispánicas).Hasta este momento los visigodos eran una minoría gobernante sobre la población hispanorromana, separados de ella fundamentalmente por sus creencias religiosas, ya que eran cristianos arrianos, mientras que la población local era cristiana romana. La conversión del rey Recaredo posibilitó la convivencia de ambos pueblos, y el reino consolidó su poder con el apoyo de la iglesia. Desde esta fecha la monarquía se fomentó a partir de una unificación jurídica, política, religiosa y territorial. Ya con anterioridad Leovigildo, padre de Recadero, había puesto la semilla promoviendo en esta dirección la igualdad entre hispanorromanos y visigodos, y derogando la ley que prohibía los matrimonios mixtos. Ambos monarcas, padre e hijo, dominaron el territorio y estructuraron una monarquía no hereditaria en la que el monarca se apoyaba en el Aula Regia y en los Concilios de Toledo. De hecho, los Concilios de Toledo se convirtieron en el poder principal del estado visigodo, como consecuencia del debilitamiento de la monarquía a partir de este momento.

 

En el 624, durante los reinados del visigodo Suintila y del emperador Heraclio, los bizantinos abandonan definitivamente sus últimos establecimientos en Spaniae. El inicial apoyo de los hispanorromanos al Imperio bizantino en 552 se fue volcando hacia los siguientes reyes visigodos, lo que facilitó la reconquista de estos territorios.

 

Reino visigodo y las provincias de la Hispania visigótica (625 a 711).

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Pueblo_visigodo

 

 

En el tramo pirenaico los vascones siguen presentaron una tenaz resistencia al dominio visigodo a finales del siglo VII. Parece que lo mismo ocurría también con los cántabros y los astures, aunque las fuentes al respecto de estos dos pueblos son escasas. Finalmente, en tiempos del rey Wamba (672-680) estas rebeliones fueron sofocadas. Por tanto se puede decir que los visigodos no dominaron por completo la península ibérica hasta finales del siglo VII. 

 

Este dominio total de la península fue efímero ya que las luchas internas por el poder entre la nobleza eran continuas – cabe recordar que el reino de los visigodos, debido a su carácter no hereditario desde tiempos de Recadero, era muy propenso a estas disputas sucesorias -. Además de todo esto, la crisis social y económica, llevaron al reino visigodo a una situación límite. 

 

Cuando el último rey Rodrigo alcanzó el trono, la facción dinámica opositora se alió con el líder musulmán norteafricano Táriq Ibn Ziyad, traicionando al ejército de Rodrigo. El ejercito musulmán de esta forma, y tras su victoria en el año 711 en la batalla de Guadalete, inicia la invasión de la península ibérica y el pueblo visigodo desapareció como tal, vencido por el Califato omeya.

 

Entre los años 716 y 725, los musulmanes conquistan la Septimania, última provincia visigoda, poniendo fin al reino visigodo de Hispania e inaugurando el período islámico en la historia de España y Portugal.




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