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1.3.- PREHISTORIA (III): Arte rupestre esquemático en la Cueva de los Gitanos (Agüero)

Se conoce como abrigo de los Gitanos, o cueva d’os Chitanos en Agüero, a una gran oquedad que se abre justo al pie del inmenso roquedo que forman los Mallos de Agüero. Se trata de un abrigo de grandes dimensiones, abierto en conglomerados con la boca orientada al SE. 


Se localiza en la hoja 209 «AGÜERO» del mapa 1:50.000 del Instituto Geográfico y Catastral en las siguientes coordenadas: 42° 21' 40" de latitud Norte, 2 53' 30" de longitud Este, a una altura sobre el nivel del mar de 700 m. 


Marcada en rojo la ubicación de la Cueva de los Gitanos en la base de los mallos.

Fuente: el Autor.



1.3.1.- Descripción de las pinturas:


En este abrigo ha aparecido un conjunto de esquematismos humanos realizados en blanco y en perfecto estado de conservación. Las figuras están en la pared izquierda del abrigo, muy próximas a la boca, y a una altura media entre 1 m. y 1,5 m. sobre el nivel del suelo. 


Panel con antropomorfos en blanco en el abrigo de los Gitanos.

Fuente: Mateo Sancerni.

 

Las pinturas están realizadas, al parecer, con una sustancia blanca que segrega la misma roca, y que aparece formando pequeños núcleos, humedecida o mezclada con cualquier otro elemento, aplicada en trazos cortos, que no dan la idea de un tamponado, sino más bien de pequeñas pinceladas. 


El conjunto pictórico se halla dividido. Hay un grupo de 7 figuraciones bastante próximas entre sí junto con un trazo lineal. Próxima a este conjunto hay una figura humana aislada, y por encima de ésta, y separado también del grupo anterior, hay otro trazo lineal. 



1.3.2.- Análisis de las pinturas.


En total, pues, son 8 los esquematismos humanos, la mayoría pertenecientes al tipo de «hombres con los brazos en asa» de la tipología de P. Acosta, cuya clasificación se ha seguido. Para su estudio se ha realizado un calco sobre fotografía (ver siguiente lámina):


 Esquematismos antropomorfos de la cueva de los Gitanos. Calco sobre fotografía.

Fuente: BERRAONDO, M.J. y MONTES, M.L.: Manifestaciones de la Edad del Bronce en el término de Agüero (Huesca). Caesaraugusta, ISSN 0007-9502, Nº 61-62, págs. 165-176. Zaragoza, 1985


  • Fig. 1.: Esquematismo humano. Cabeza apenas destacada por un pequeño punto. Un trazo vertical algo grueso hace las veces de tórax y abdomen. Brazos en asa, curvos que acaban en el torso. Las extremidades inferiores han sido sustituidas por un trazo sinuoso que discurre perpendicularmente al cuerpo. 
  • Fig. 2: Esquematismo humano, posiblemente masculino, que como la figura anterior presenta una cabeza netamente diferenciada y brazos en asa que convergen en el trazo continuo que representa el cuerpo. En este caso sí están representados las extremidades inferiores, por medio de dos trazos arqueados y rematados por otros más cortos y perpendiculares a ellos. La línea que conforma el cuerpo se prolonga en la parte inferior, dibujando al parecer un falo, por lo que se cree que se trata de una representación masculina. 
  • Fig. 3: Esquematismo humano ápodo, con la cabeza apenas marcada y brazos en asa que se unen al cuerpo. 
  • Fig. 4: Figura humana con similares características que la anterior, aunque con la cabeza algo más marcada. 
  • Fig. 5: Esquematismo humano de brazos en asa, uno de los cuales está muy poco marcado. Cabeza diferenciada y trazo inferior perpendicular al cuerpo que sustituye a las extremidades inferiores. A la derecha aparece una raya indeterminada de idéntica factura a las figuras en cuanto a la técnica. 
  • Fig. 6: Figura humana esquemática encuadrable en el tipo de los cruciformes. Presenta la cabeza netamente marcada y un trazo desigual marca el tronco, ensanchándose en la parte inferior hasta alcanzar la figura de un triángulo estilizado. Los brazos están marcados por trazos muy gruesos. La figura presenta en la parte inferior un remate triangular, bastante grueso, con el vértice hacia abajo. 
  • Fig. 7: Figura humana de brazos en asa, si bien la parte inferior de éstos aparece muy desdibujada. Cabeza muy poco destacada y cuerpo dibujado por un fino trazo vertical. Carece de extremidades inferiores. 
  • Fig. 8: Se trata de un esquematismo humano con brazos en asa, y de cabeza perfectamente marcada. El cuerpo está realizado mediante un trazo grueso en la zona del tórax, que se va estilizando hacia la parte inferior. También los brazos son bastante gruesos. Por encima de esta representación, y separada también del grupo anterior, hay una raya, asimismo, en blanco totalmente indeterminada. 



1.3.3.- Consideraciones.

Por lo que respecta a ejemplos de este tipo de pinturas, hay que constatar la amplia dispersión de las figuras humanas con brazos en asa, siendo uno de los motivos-tipo que más se repiten dentro de las figuraciones humanas esquemáticas. P. Acosta recoge la presencia de estos tipos en el Covacho de Segarulls (Barcelona), Cova de les Creus y Mas de Carles en la cuenca alta del Brugent (Tarragona), Cova del Pí en la Sierra de Tivisa (Tarragona) y Prado del Navazo y Cueva de Doña Clotilde en Albarracín (Teruel), por citar los ejemplos más próximos. En cuanto a los cruciformes, P. Acosta les atribuye una difusión mucho menor, siendo más frecuentes en el sur de la Península Ibérica, pudiéndose citar por su relativa proximidad la ya nombrada Cueva de les Creus de Tarragona.


Pero no sólo existen paralelos tan alejados como los que acabamos de recoger. En la misma provincia de Huesca, concretamente en la alta cuenca del río Vero, han aparecido numerosas covachas con arte esquemático, hallándose esquematismos antropomorfos en las cuevas de Las Escaleretas y Gallinero I en el barranco de Lecina ; en la cueva Palomera, covacho de Quizáns 2, en Muriecho E1 y E2 (en este último en negro), y en Mallata I con hombres de tipo «salamandra». En los covachos de Gallinero III y Arpán 1 hay representaciones de tipo cruciforme. 


En cuanto al color, hemos de destacar lo poco frecuentemente que se ha utilizado el blanco en el arte rupestre esquemático. En la Cueva Grande de Oteruelos (Soria) existe un antropomorfo en blanco, con los brazos en cruz, único ejemplar realizado en este color dentro del grupo estudiado por J. A. Gómez Barrera en la altimeseta de Soria. Asimismo, en la provincia de Huesca, y dentro del conjunto antes mencionado de la cuenca del Vero, hay dos cuevas en las que se ha utilizado el color blanco en la representación de esquematismos. Una de ellas en el barranco de Payuala, en la que han aparecido unos restos en color blanco, con al menos un antropomorfo de brazos en asa también en este color, poco frecuente en este tipo de arte. El otro ejemplo aludido, aunque no se traten de representaciones humanas, lo incluimos por tratarse también de pinturas en blanco: en el ya conocido barranco de Lecina se ha descubierto un covacho en el que hay una serie de cuadrúpedos en negro cuyos lomos presentan un trazo doble, el superior en negro y el inferior en blanco, sin formar superposición.


El descubrimiento de las pinturas de Agüero plantea un grave problema, dado que han aparecido en un abrigo muy visitado por excursionistas, y hasta inicios de los 80 del siglo pasado no se había tenido noticias de su presencia. Cabe pensar en el hecho de que hubieran pasado desapercibidas, pero el color blanco en que están realizadas las hace destacar sobre el fondo oscuro de la pared, fondo que no debe su color al humo sino a exudaciones de la misma piedra, probablemente de manganeso. Unido esto a su proximidad a la boca, por lo que se encuentran perfectamente iluminadas, se nos hace difícil creer que no hubieran sido vistas. Por otro lado, no parece probable que sean de factura reciente, dado que todas las figuras son perfectos ejemplos de tipos muy característicos del arte rupestre esquemático, y habría que pensar entonces en una falsificación tipológicamente perfecta.

 

Se puede concluir diciendo que las puertas siguen abiertas de cara a un estudio más profundo de un ejemplo de arte rupestre de gran valor por todo lo arriba expuesto.

 

 

Bibliografía:

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